La cadena es la encargada de llevar la fuerza de tus piernas desde los platos hasta el piñón (casete). Como cualquier pieza móvil, la fricción (roce) de la cadena nos roba energía mientras pedaleamos. Para achicar esas pérdidas, usamos lubricantes que entran en los eslabones y protegen los puntos de contacto.

Dependiendo de cómo están hechos, los lubricantes se dividen en dos grupos: con base de aceite (los clásicos) o con base de agua y cera.

¡Ojo! Nunca hay que mezclarlos. Si cambiás de aceite a cera, o viceversa, tenés que desengrasar la cadena a fondo primero.

Acá te dejamos las ventajas y desventajas de cada tipo:


1. El Clásico: Lubricantes con Base de Aceite

Es el sistema más viejo y el que más se usa todavía. Se fabrica con una base de aceite sintético que incluye aditivos para reducir la fricción. Generalmente, vienen dos tipos: para días secos y para días húmedos.

Ventajas (A Favor) Desventajas (En Contra)
Hacés más kilómetros entre aplicaciones. Atrae la mugre y mancha (la cadena se pone negra rápido).
Es más resistente al agua (ideal para días de lluvia). Genera más fricción (roce) que la cera.
No tenés que desengrasar la cadena al 100% antes de la primera aplicación. La cadena te dura menos tiempo.

2. El Limpio: Lubricantes con Base de Cera

En este caso, se reemplaza el aceite por agua con una emulsión de cera. La cera se viene usando hace años con excelentes resultados porque mantiene la transmisión más limpia y dura más.

Ventajas (A Favor) Desventajas (En Contra)
No atrae la mugre ni mancha la transmisión. Tenés que aplicarlo más seguido (dura menos kilómetros por aplicación).
Genera menos fricción que el aceite. Hay que desengrasar la cadena a fondo antes de usarla por primera vez.
La cadena te dura mucho más tiempo. Baja resistencia al agua (no es bueno para la lluvia).
  Después de aplicarlo, tenés que esperar a que se seque y se evapore el agua antes de salir a rodar.

3. El Nivel Pro: Cera Caliente (Hot Melt Wax)

El "Hot Melt Wax" (cera fundida o caliente) está considerado como el sistema que menos fricción genera. Aunque el proceso es un poco más lento y laborioso (hay que hervir la cera), la cera penetra en los espacios internos de los eslabones mucho mejor que la cera líquida.

¿El resultado? La cadena (y el resto de la transmisión) te va a durar muchísimo más, ahorrándote bastante plata y tiempo de mantenimiento.

  • Aplicación: Es un proceso de inmersión en cera sólida derretida.

  • Duración: Algunos fabricantes aseguran que dura cerca de 1.000 km por aplicación.

  • Mantenimiento: Cuando la cadena empieza a hacer ruido, no tenés que repetir todo el proceso. Simplemente aplicás lubricante de cera líquida para mantenerla lubricada.

  • El Detalle: Si andás con lluvia, tenés que secar la cadena lo antes posible y aplicar cera líquida, ya que la cera caliente no tiene el mismo protector antioxidante del aceite.


Conclusión: Si priorizás que la transmisión esté siempre impecable y te dure más, la cera (en cualquiera de sus formatos) es la mejor opción. Si solés salir a pedalear bajo la lluvia y buscás máxima durabilidad de la lubricación, el aceite sigue siendo un caballito de batalla.